Priorización, estrategia, egoismo, estulticia

Resulta curioso que el titular que más me ha impactado estos días es el de el diario satírico «El Mundo Today»:

La humanidad empieza una guerra para demostrar que no necesita ningún virus para destruirse

Antes de nada, esto es sólo una reflexión. Ni soy experto, ni lo pretendo, pero es un evento que me hace reflexionar.

No es una situación sencilla. Una guerra no es todo blanco o negro. Rusia tiene excusas para decir que está defendiendo a una parte de la población civil y manteniendo la seguridad de sus fronteras. Ucrania ha sido mancillada e invadida y ya se ha iniciado el éxodo y hay decenas de personas muertas (civiles y militares). Depués hay que meter en la coctelera a Estados Unidos (archiconocido por sus políticas intervencionistas), la Unión Europea (aliado de los EEUU) que ve cómo se inicia una guerra en su continente y China (aliado tradicional de Rusia y que tampoco le gusta mucho eso de potenciar la declaración unilateral de territorios independientes, aka Taiwan).

Todo esto empezó antes de 2014.

Poco a poco, pero al final lo que ha pasado es una deshumanización del contrario. Una escalada que se consigue instaurando una cultura del odio al otro.

Pero si te paras un momento a pensar, si detienes esa escalada de eventos, te das cuenta de que ambos lados están equivocados. No quiero entrar en la equidistancia, no me refiero a eso. Pero no es complicado decir que unos son nazis y los otros vienen a evitar una masacre… o que unos son una democracia buscando su camino y los otros unos imperialistas hablando de su derecho a anexionarse territorios por cosas que pasaron hace casi 100 años. Tampoco soy tan naif de no darme cuenta que en ocasiones el único camino que queda por probar es la fuerza.

Nos está pasando con la pandemia, nos está pasando con el Cambio climático. No somos capaces de priorizar y crear una cultura que arregle los problemas que afectan a todas y cada una de las personas que habitan en la tierra.

No hace falta buscar más enemigos en otras personas. No es necesario. Tenemos enemigos comunes tan fuertes y potentes que deberían ser suficiente para alinearnos y ayudarnos a encontrar las soluciones a estos grandes retos.

¿cómo vamos a afrontarlos? ¿cuánto nos va a retrasar? ¿por qué no dejamos de matarnos entre nosotros?

chevron_left
chevron_right

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comentario
Nombre
Correo electrónico
Web

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.